Este es el origen real de los Champiñones de Super Mario

Este es el origen real de los Champiñones de Super Mario

Probablemente, uno de los mayores iconos de toda la historia de los videojuegos. Los famosos Champiñones de Super Mario son un elemento recurrente en todas las entregas protagonizadas por el exfontanero de Nintendo y uno de los símbolos más reconocibles tanto por propios como ajenos al mundillo de los mandos.

Este es el origen real de los Champiñones de Super Mario

Habrán evolucionado en forma y color, habrán tenido cientos y cientos de variantes con power-ups para el bigotudo saltarín, pero todos sabemos que, cuando uno aparece en uno de sus juegos, significa que al personaje le va a suceder algo y que, probablemente le sirva para aumentar su tamaño. Pero, ¿de dónde nació esta idea?, ¿por qué elegir una seta para que un personaje se haga más grande?

En un principio, la idea de introducir este elemento vino por cuestiones de diseño. Tal y como Shigeru Miyamoto, padre de la criatura, contó hace unos años, el concepto original era que Mario fuera siempre grande en su primera aventura, Super Mario Bros.; sin embargo, había una serie de problemas técnicos que tuvieron que disparar la creatividad de todo el equipo.

Al parecer, siendo tan grande, la cosa se complicaba para facilitar la jugabilidad y encajar con el diseño de niveles, por lo que era necesario plantear una forma más diminuta. A raíz de eso, y de la intención de mostrar también a un personaje grande, se decidió jugar con las formas y los tamaños, recurriendo a un objeto como responsable de ello. Tocaba buscar y pensar en algo que encajara, y la solución apareció como por arte de magia.

Este es el origen real de los Champiñones de Super Mario

En un principio, el propio Miyamoto reconoció cierta influencia por parte de la obra de Lewis Carroll, Alicía en el País de las Maravillas. El cuento que todos hemos conocido gracias a la producción de Disney hace que la protagonista viaje a un país de ensueño en el que es capaz de alterar su forma consumiendo comida, y uno de los elementos a los que recurre, en la obra literaria, es un champiñón.

Con el tiempo, el japonés cambió su teoría y afirmó que, realmente, la idea de acudir a este elemento partía de su uso continuado en cuentos de fantasía y magia. Si lo pensamos fríamente, los efectos de algunos sobre los seres humanos los convierten en algo perfecto para este tipo de historias, y es que ya sabemos más que de sobra el carácter alucinógeno de algunos.

Así, puede parecer que esta coincidencia entre cuento y juego es la única, pero la cosa va incluso más allá. Resulta que los champiñones empleados, y que se pueden ver en cualquier juego actual de Mario, tienen un patrón de color muy similar al de la Amanita Muscaria. Con una simple búsqueda en Google podréis ver que este hongo tiene una serie de efectos alucinógenos entre los que figura uno bastante peculiar y distintivo: quien lo consume tiene la sensación de estar creciendo, de ser más alto que de costumbre.

Por mucho que desde la factoría nipona no se pronuncien al respecto, la conexión es más que evidente. Las famosas setas de Super Mario tienen un símil en la vida real en el que probablemente se inspiraron para existir. Evidentemente, en nuestro mundo no tenemos que salvar a nadie de tortugas con malas pulgas mientras vamos montados a lomos de dinosaurios glotones. Aunque, quién sabe, quizá en el de Mario tampoco, y la culpa de todo la tenga precisamente el consumo de estos champiñones tan peculiares.

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